Me dijeron que nada bueno sucede después de las dos de la mañana pero ¿sabes qué? Ese día estuvimos despiertos toda la noche. Ese día supe el tipo de alma que era. Ese día supe que existía el amor. Ese día reímos a la luz de las velas. Ese día entendí lo que eran los sueños. Ese día comprendí el futuro. Ese día comprendí la amistad y el trabajo. Ese día, mucho más importante que todo, comprendí la magia.
Después de las dos de la mañana pueden ser horas perfectas.
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