Él ha vuelto y yo me muero, me muero en vida. No sé cómo meterle en mis días y no sé cómo sacarle de mis días. Ojalá te hubiese olvidado antes de tu regreso. ¿Cómo te miro ahora? ¿Cómo levanto mis ojos de ese suelo que es consuelo?
Estoy feliz de que hayas vuelto, ¿te lo había dicho?
Como ya no funciono correctamente para escribir con amor y calma, me fundo un nuevo lugar en el que planeo escribir pequeñas entradas dignas de un microblog excepto que... a veces son ligeramente más largas que 140 caracteres.
Y ya, eso es todo. El nuevo blog. Pásele a lo barrido.
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